viernes, marzo 09, 2007

PROFESORA CATOLICA BUSCA...

Los amigos del Diario de Alcalá tuvieron la gentileza de publicar este artículo justo el día ocho de marzo... Previamente yo lo había dejado leer a otros amigos.
EL TOPO
PROFESORA CATOLICA BUSCA...

De repente a María se le cayeron todos los palos del sombrajo. Al mismo tiempo de quedarse embarazada su marido le pidió el divorcio. María había estudiado magisterio en una escuela privada regentada por religiosos. No había ejercido nunca en pro de la familia. Lo estudiado en la carrera, se graduó en la especialidad de infantil, le serviría para criar a los hijos como Dios manda. La actitud del marido, también buen católico e incapaz de mentir, pidiéndole el divorcio, la entendió por coherente y porque en los últimos tiempos alguna que otra discusión le señalaron el abismo de los malos tratos. Por eso se separaron, sin aspavientos. Ella no se atrevió a preguntar ni a decirle que estaba embarazada. ¿Para qué? Pasó los tres primeros meses mal. Cuando se estabilizó el embarazo se atrevió a volver por la Escuela de Magisterio donde estudió. Habló con el director y con el profesor de psicología, también religioso. Fue este último quien le animó y le dijo que tuviera su hijo, como era su deseo, que después se lo comunicara al padre y que, cuando la criatura no dependiera tanto de ella, podría buscarse un trabajo. Él la ayudaría. María, joven y en ese trance recibió la esperanza con ilusión. Transcurrió un año. El niño se llamó Juan Evangelista, propagador de buena nueva. Volvió a la escuela de Magisterio y habló con el profesor de psicología. Al día siguiente se entrevistó con un señor, teólogo, que se encargaba de la selección de los profesores de religión en la diócesis. La conversación fue muy bien y ella no ocultó su situación. El teólogo la tranquilizó: tú eres madre abandonada, el Espíritu Santo buscó un padre putativo a Jesús, al bueno de San José, por tanto cumples las condiciones de llegar a ser una buena profesora de religión. Sé de una plaza idónea para ti. Ven a verme en septiembre. Y María comenzó a trabajar... Conoció a un compañero, también divorciado, atento e implicado en todas las causas nobles, con quien salió alguna noche a cenar y en alguna ocasión les sorprendió el sol paseando jardines llenos de nostalgia y soledades... María se había comprado un piso al que le sobraban dos habitaciones. Juan Evangelista crecía en sabiduría y virtud de manera adecuada. Su madre sentía el orgullo, pero los dineros empezaban a llegar justos para acabar el mes. Fue el coordinador de los profesores de religión quien le insinuó la posibilidad de alquilar una habitación a un sacerdote mayor, docto y delicado que vivía solo. Ello ayudaría. María vio el cielo abierto. Un mes después ya tenía al inquilino en casa. El sacerdote, muy amable, se prestó para ayudar en los deberes escolares al mozalbete Juanito. Fueron algunos meses felices, hasta que una tarde que María llegó después de las ocho, encontró a Evan llorando. El niño no atinó a contar qué le pasaba, sólo que no quería quedarse solo en casa. Aquel año Evan hizo la comunión y comenzó a irle mal en le colegio. Una tarde María sorprendió al sacerdote alojado en su casa con las manos sobre los muslos desnudos de su hijo. No lo pensó dos veces: llamó al coordinador de los profesores de religión y le contó lo visto. Al año siguiente María fue despedida de profesora de religión por adultera. Le habían visto a las tantas paseando por los jardines junto a su compañero de colegio. El clérigo, su huésped, ascendido en la Curia. María ya ha perdido en el Tribunal Supremo su condición de maestra de religión. Por eso ha puesto en los periódicos el anuncio de “profesora católica busca...”

2 comentarios:

Anónimo dijo...

! Qué bien sabes narrar los hechos que por desgracia, pueden ser reales¡ ¿O los spn? Gracias por acordarte de las mujeres y comprendernos.

Besos.LUZ

Anónimo dijo...

He ojeado algunos relatos o artículos.
Profesora católica busca, me ha llamado la atención.
Han de pasar generaciones para ver con ojos limpios la relación entre una mujer y un hombre.
gracias por defender la mujer, pero como madre de hijos...
"Defender a todas las mujeres viene a ser lo mismo que ofender a todos los hombres"
Benito Feijoo
Un abrazo
Kety